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Mostrando entradas de diciembre, 2025

Vísperas - 3° Semana de Adviento

  Vísperas - 3° Semana de Adviento. Ant 1.: Mirad, vendrá el Señor, príncipe de los reyes de la tierra; ¡dichosos los que están preparados para salir a su encuentro!   A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo. Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores, como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora, así están nuestros ojos en el Señor, Dios nuestro, esperando su misericordia.   Misericordia, Señor, misericordia, que estamos saciados de desprecios; nuestra alma esta saciada del sarcasmo de los satisfechos, del desprecio de los orgullosos.   Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.   Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.   T. Mirad, vendrá el Señor, príncipe de los reyes de la tierra; ¡dichosos los que están preparados para salir a su encuentro!   Ant 2. : Cantad al Señor un cántico nuevo, llegue su a...

Lunes 15

Lectura del Libro de los Números   Cuando el profeta Balaam alzó los ojos y vio a Israel acampado por tribus, el espíritu de Dios vino sobre él y pronunció su poema, diciendo: «Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del hombre de mirada penetrante; oráculo del que oye las palabras de Dios y conoce el pensamiento del Altísimo; del que recibe visiones del Todopoderoso, en éxtasis, pero con los ojos abiertos. ¡Qué hermosas son tus carpas, Jacob, y tus moradas, Israel! Son como quebradas que se extienden, como jardines junto a un río, como áloes que plantó el Señor, como cedros junto a las aguas. El agua desborda de sus cántaros, su simiente tiene agua en abundancia. Su rey se eleva por encima de Agag y su reino es exaltado. Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no de cerca: una estrella se alza desde Jacob, un cetro surge de Israel». Palabra de Dios. R.   ¡Muéstrame, Señor, tus caminos! Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelid...

Comunión Espiritual

Creo, Jesús mío, que estás presente en Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi corazón. Pero ya que ahora no puedo recibirte sacramentalmente, ven espiritualmente a mi vida. (Hacer un breve silencio) Porque tu amor es misericordioso, creo que ya estás espiritualmente presente, te abrazo y me uno a Ti. Señor no permitas que jamás me aparte de Ti . Amén.